8 juegos clásicos de niños que no deben caer en el olvido
Por Hofmann el 13 de agosto de 2015
¿Hace cuánto que no juegas a las canicas, a balón robado, al brilé o a polis y cacos?
Hay juegos que han caído en el olvido desde que se jugaban en los 70 y 80, pero nos gustaría rescatarlos en este post porque siguen siendo igual de divertidos que antes. Seguro que los más pequeños de la casa alucinan cuando les contéis cómo os divertíais con estos juegos clásicos:
- Las canicas. Puedes pensar que son difíciles de encontrar pero nada más lejos de la realidad. Hoy en día, puedes encontrar las canicas en cualquier lado, además ahora en verano no hay problema en tirarse a la arena, hacer “guas” (el agujero donde meter la canica) y mostrar a los pequeños de la casa quiénes son los reyes de las canicas.
- Las chapas. Este juego es el fiel reflejo de que se podía jugar con cualquier cosa. Con unas chapas de botellas y un circuito dibujado en la tierra ya hay diversión asegurada. Se va desplazando la chapa con pequeños empujones y gana el que llegue antes.
- Las tabas. Es un juego que se puso muy de moda en los años 70-80. Son pequeñas piezas de plástico que se tenían que ir cambiando de posición lanzando una pelota saltarina. Puedes ver las normas aquí.
- Polis y cacos. Se trata de un juego de persecución, todo un clásico en los recreos de los colegios. Los polis comienzan en la cárcel, cuentan hasta 20 y salen a la caza de los cacos. Cuando se pilla a los cacos se les manda a la cárcel formando una cadena. Pueden ser liberados con solo tocar la mano de uno de los cacos. En caso de no ser liberados se vuelve a empezar pero los polis ahora harán de cacos.
- La rayuela. Se hace un dibujo en la arena o en el suelo con tiza formando plataformas con números. Para comenzar a jugar se tira una piedra en el número 1, intentando que caiga dentro del número y sin tocar las rayas del cuadro. Luego se tiene que recorrer la rayuela dando saltos a la pata coja hasta llegar al número 10 o cielo. Se tiene que repetir por cada número del dibujo.
- Balón prisionero o Brilé. El campo se divide en dos partes donde se sitúan los equipos. Fuera del campo está la zona de brilados, dónde se colocará a un brilado voluntario que ayudará a descalificar al equipo contrario. De tal forma que tendremos la zona del brilado del equipo A junto al equipo B y el equipo A junto a la zona del brilado del equipo B. La bola se lanzará de la zona de brilado a la zona del equipo tratando de dar a uno del equipo contrario. ¿Complicado? Os dejo este vídeo que lo explica perfectamente.
- El pañuelo. No hay cumpleaños sin jugar al pañuelo. Se hacen dos equipos y se coloca cada uno en un extremo de la zona de juego. Después los jugadores de cada equipo se numeran. En el centro del campo de juego habrá una persona con un pañuelo que no podrá saber los números de los jugadores. El juego comienza cuando el jugador que está colocado en el centro dice un número en alto. El jugador de cada equipo que tenga ese número irá a coger el pañuelo. Gana el que primero llegue a su casa (junto con su equipo) de nuevo con el pañuelo.
- Vuelve a los cuentos clásicos. El verano es un buen momento para leerles un cuento clásico a los peques: los tres cerditos, caperucita…y si los personalizas como los de Hofmann alucinarán seguro.
By: Lucía Sández @babybaballa