Irene Cruz
Irene Cruz es fotógrafa, directora de fotografía y vídeo-artista, y en su trabajo la luz es un elemento significativo, llevándola a explorar y experimentar con ella mayoritariamente en países del norte de Europa. Cuenta ya en su currículum con más de 400 exposiciones de fotografía, videoarte y vídeo-instalaciones en todo el mundo, destacando lugares como París, Madrid, Berlín y Nueva York.
¿Qué es Volvemos para Irene Cruz?
Renascence
Vivo en este edificio en el barrio de Kreuzberg desde 2017 y nunca jamás había hablado con ella en persona. Era la misteriosa chica del primero, puerta del medio.
Tras la primera fase de esta pandemia, en junio de 2020, mi adorable casera me preguntó si sabía algo de ella: Frau Finelli seguía pagando el alquiler automáticamente, pero no contestaba al teléfono, no sabían absolutamente nada de ella desde enero.
La encontré a través de internet y la escribí, comunicándole que en casa estábamos un poco preocupados por ella. Me dijo que andaba por Buenos Aires. Tras algunos chats, pocas semanas más tarde regresó a Berlín y me dijo que si podía hacerla unas fotografías “antes de que se la cayera el cabello”, que era importante para ella. Me quedé helada. Sólo tiene 34 años.
Atar cabos fue fácil… las hicimos. Pero tras un año de preciosa amistad, su pelo está volviendo a crecer, la vida está empezando a brotar en ella de nueva. El cáncer se ha disuelto tras esta larga lucha. Y me siento muy afortunada de tener a esta valiente que vuelve a la vida, en forma de una de mis mejores amigas. Una superheroína vive en el primero.
After the Isolation
Julia y Ulises se conocieron a través de amigos en común, durante una cena en febrero de 2020. Comenzaron a verse, a salir, a descubrirse en Berlín. Llegó la pandemia: viven en la otra punta de la ciudad uno del otro… Julia está en Neukölln, en el sur, y Ulises en Wedding, unos 12 kilómetros más arriba, en el norte de la ciudad. Durante aquellos meses de 2020 mantuvieron el contacto gracias a las nuevas tecnologías, se apoyaron, se cuidaron y compartieron sus miedos e inquietudes. Tuvieron tiempo de contarse la vida. Pero echaban de menos ese abrazo. A partir de junio, que fue cuando tomé esta fotografía, pudieron reencontrarse en casa de él. El amor emergente se mantuvo intacto entre ellos. Pudieron seguir conociéndose: “Parecía que fuera ayer”.